¡El mal que vive dentro de ti!

Hay muchas maneras de llamar al mal: Satán, Belcebú, Rody Aragón, Nefistófeles... pero al final, todos ellos, representan lo mismo: lo que más odiamos y tememos.

¡Devoraré a vuestros hijos en mi circo infernal!

Rody, Belcebú y compañía quieren algo muy específico que es tu alma. Que se la queden. ¿A quién le importa el alma después de que McDonalds nos arrebatara la deliciosa McRib? Además, estos entes son externos, es decir, viven fuera. En el infierno o en el circo de la esquina da igual, están fuera de tu cuerpo. Pero... ¡ah! ¿Y cuando el mal vive dentro de ti? Y no me refiero a cuando un demonio de los citados se te mete dentro del cuerpo (que mal suena esto en el caso de Rody [bleurg]). Cuando un demonio se te mete dentro llamas los Ghostbusters, te meten un protonazo al bies y ya esta, demonio fuera. Me refiero al mal que viene incluido de fábrica. Popularmente se le conoce de dos maneras: calambre y "que se te suba la bola".

A Paco se le ha subido la bola hasta el 3º. (toma humor del finorris)

Cuando "se te sube la bola" pasa que de pronto, te conviertes en un tendón-en-tensión humano, incapaz de moverte e intentando ser lo más largo posible mediante estiramientos del miembro de tu cuerpo que ha decidido "subir su bola".

Esto ("que se te suba la bola") pasa cuando dos músculos de tu cuerpo deciden hacer una carrera para probar su valía y quedarse con los deliciosos azúcares, que para los músculos son el equivalente a la ambrosía de los dioses. Cuando los dos músculos encuentran algo por lo que luchar (un grasiento y mega azucarado trozo de nugget por ejemplo) comienzan a vibrar. Al cabo de unos segundos los dos pugnarán por el nugget avanzando hacia arriba. El que llegue más alto gana. Así de sencillo. Así de diabólico.

¿Qué clase de monstruo nos diseñaría tan mal? Es decir, no me imagino a una ingeniero de Ferrari diseñando una pieza que, de vez en cuando, haga que uno de los cilindros adelante a los demás y salga disparado hacia la cabeza del conductor dejando todo pringadito de sesos. Pues bien, ¿quién es el responsable? ¿Jesús? ¿Rody? Es posible que ambos en diabólica comandita. Eso nunca se sabrá. Lo que si se he descubierto es una manera de que "que se te suba la bola" deje de molestarte y de provocarte arrebatos de IRA. La solución pasa por arrancarte el músculo "que se te suba". Así aprenderá. Músculo "que se te sube" músculo que arrancas. Probadlo y luego me contáis. Yo estoy ocupado mandando cartas a McDonalds para que vuelva la McRib.

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