Con cámara de aire todo es mucho mejor.



Hubo un tiempo en el que la calidad tanto moral como humana de una persona se medía en la cantidad de cámaras de aire que tuvieran sus playeras -o tenis o deportivas o como quiera usted llamarlas-. Eran tiempos duros de marcas bien visibles y niños-anuncio que pululaban por los patios de las escuelas haciendo gala de su molonidad.

Nuevas Nike Air: sólo echas de aire.

El perfecto niño anuncio tenía, preferiblemente, unas Nike, ya que eran las que más cámaras de aire incorporaban en la suela, llegando en ocasiones a ser la suela una cámara de aire completamente, con los peligros para los tobillos que ello suponía. En realidad no importaba lo mucho que peligrara la estructura ósea de nuestros pies, a más cámaras, más fama. Todo era mucho mejor con cámaras de aire -¡ahí está el título de la entrada!-.

Las playeras no se compraban por la cosa estética, sino por la cantidad de cámaras de aire que tuvieran y/o su tamaño. Luego estaban los pobres diablos que compraban playeras con cámaras de aire falsas, duras, que no estaban rellenas de aire, sino de goma. Dura goma. Esos eran los apedreados. Yo, por mi parte, nunca pasé de las cajas de zapatos. No daba para más.

Eso era antes. Puede que ahora los niños sigan siendo mongers. Lo desconozco. Hoy en día, el tema ha cambiado. Los que se afanan en enseñar sus marcas y mierdas ,son treintañeros mega bronceados, con pendientes de diamante del chino, corte de pelo con cresta y mechas, lentillas de color azul, mierda en la cabeza y ropa con grandes letras que anuncian los estandartes de su vida modística. Pura mierda.

0 Comentarios llenos de IRA:

Publicar un comentario

Deja que la IRA escriba por ti...