Fé de errores de la Cúpula de la IRA

Con este texto quiero aclarar lo dicho en la entrada "Las mutaciones de la navidad", ya borrada. El licor presentado en dicha entrada -Pichín Real- se encontraba caducado y de ahí su aspecto, por lo que la Cúpula de la IRA quiere disculparse públicamente ante cualquier persona o entidad que se haya visto afectada por el contenido de la citada entrada.

Los animales de tu vida

A la gente normal el gusta devorar animales. Saben bien y sirve para dejar claro que ocupamos el último piso de la pirámide alimenticia. Los animales forman parte de nuestra nutrición y de la nutrición de la mayoría de seres humanos de este planeta. Comemos vacas, conejos, ballenas, gallinas, patos, toros, cerdos, cerdos bebé, ranas, ocas, vieras, avestruces, burros, jirafas, búfalos y, en definitiva, cualquier cosa que tenga músculos y sangre. Si hiciéramos una lista personal, descubriríamos que hemos probado muchos animales diferentes pero, la entrada de hoy pretende descubrir de cuántos animales diferentes hemos comido un pedazo.

Pedazos de animales. Pedazos de animales everywhere.

Normalmente comemos animales de forma consciente. Compramos un animal muerto, lo asamos al horno y lo devoramos. Pero hay veces que comemos animal de forma inconsciente: en un supuesto plato vegetariano que lleva pedazos de buey, en un rico helado de camy que lleva proteína de fetos de cerdo... Las combinaciones son tan amplias como el mal que habita en las mentes de los científicos que crean los platos "libres" de animales. Eso sin contar los alimentos establecidos por el imaginario popular como "no animales", como el fiambre de pavo, el surimi, el maíz...

Luego están las ocasiones en las que pensamos que estamos comiendo un solo animal, y sin embargo estamos comiendo pedazos de varios animales a la vez. Eso ocurre cuando comemos animales rellenos de otros animales, cuando comemos carne picada mezcla de varios animales, cuando saboreamos un rico caldo de animales.... Este caso es especialmente dramático cuando comemos pollo de un restaurante fast food, ya que se trata de una masa informe creada a base de las sobras de miles de pollos.

La ecuación es de la complicadas. Entre los animales que nos comemos de forma consciente, los que nos comemos de forma inconsciente, más las moscas que nos tragamos por accidente de vez en cuando, saldría una media de más de un animal por día de nuestra vida. Pongamos que, de media, comemos de cinco animales diferentes cada día, multiplicado por ochenta años, nos da como resultado que probamos 146000 animales diferentes a lo largo de nuestra vida. FIN.